En la Administración Pública, ¿quién es el responsable de los errores que se cometen cara al público, el funcionario de turno?, ¿quién ampara a la persona que sufre la irresponsabilidad de ese funcionario?, ¿dónde se acude en el caso de sufrir la dejadez, irresponsabilidad y falta de profesionalidad de ese funcionario?.
Al grano: todo comienza el día cinco de enero cuando un ciudadano de este país se dirige a la Oficina de Empleo que le corresponde para solicitar la prestación por desempleo. Siguiendo las normas y después de hacer la pertinente cola, entrega todos los papeles que le solicitan para que el día 10 de febrero comience a cobrar dicha prestación, hasta que encuentre un nuevo empleo. Pasan los días, y el día 10 de febrero, no hay rastro del dinero que le corresponde en su cuenta corriente. Pensando que puede ser el típico retraso al tratarse de la primera mensualidad, no hace caso y vuelve a mirar su cuenta el lunes 14 de febrero. Cual es su sorpresa cuando no ve rastro alguno del dinero. Ya con cierta preocupación, llama al número de atención al ciudadano que le proporcionan, donde después de pedirle sus datos, le comunican que no aparece como inscrito y que lo mejor es que se persone en la oficina de empleo donde se inscribió. Siguiendo las indicaciones que tan amablemente le habían dado por teléfono, se dirige a su Oficina de Empleo. Una vez allí y después de guardar la consiguiente cola, se sienta ante un amable funcionario al que le cuenta su caso, este le solicita su documentación para poder ver las razones por las que no había cobrado SU prestación. El funcionario le pregunta si está seguro de su inscripción, y este ciudadano le contesta que está totalmente seguro y que tiene las copias de la documentación que le entregaron el 5 de enero. Al ver la documentación, al funcionario le cambió la cara y cogió dicha documentación y desapareción por espacio de 10 minutos. Al regresar, le comunica a este ciudadano que su expediente no aparecía y al no constar en la base de datos, no estaba inscrito y esa era la razón por la que no se le había hecho el ingreso en cuenta. Ante la pregunta de cuál sería la solución, el funcionario contesta que en el caso de que hubiera alguna incidencia, ya llamarían a este ciudadano para comunicárselo y solicitarle la subsanación pertinente (lo que implica entregar toda la documentación, eternizando el proceso) o en el caso de que el expediente apareciera, por lo que indicaría que no existe error, se le abonaría la cantidad debida el próximo 10 de marzo (prácticamente dentro de 1 mes).
En este momento es cuando surgen todas las preguntas: ¿tengo que sobrevivir un mes más y hacer frente a todos los gastos básicos con lo ahorrado, porque un funcionario irresponsable e inútil no ha hecho bien su trabajo?, ¿ese funcionario o sus superiores ayudarán a ese ciudadano a pasar el trago hasta que cobre SU dinero?, ¿compartirán los gastos del ciudadano al no tener este SU dinero, ese que le pertenece?, ¿existe algún lugar dónde se pueda presentar una reclamación y pedir responsabilidades?......
Pues bien, esto es lo que me ocurrió hoy en la Oficina de Empleo de Tomé Cano en Santa Cruz de Tenerife.
Juzguen ustedes mismos.
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