Continuación del disparate de la lumbrera mencionada en el post anterior.
El obispo de Tenerife afirma que no justificó el abuso de menores. (El País. 22/01/2008)
El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, ha afirmado hoy que el abuso de menores es un "pecado gravísimo" y que nunca lo ha "pretendido justificar", en alusión a sus declaraciones de diciembre pasado en las que comparó la homosexualidad con la pederastia y aseguró que hay menores que desean y provocan los abusos sexuales.
En declaraciones a la televisión autonómica canaria, el prelado ha señalado que no pretendió "justificar" en "ningún caso" el abuso de menores, que es "siempre absolutamente reprobable". Además, ha destacado que no sólo se trata de un "pecado gravísimo", sino que, además, es "jurídicamente un delito".
El pasado 27 de diciembre el obispo dijo en una entrevista al diario La Opinión de Tenerife que hay menores de edad que "consienten" mantener relaciones sexuales y que "incluso, si te descuidas, te provocan". Según indicó, "puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay". "Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo, y además deseándolo. Incluso, si te descuidas, te provocan. Esto de la sexualidad es algo más complejo de lo que parece", subrayó.
Álvarez también declaró que "sólo un 6% de los homosexuales se deben a cuestiones biológicas; no hay que confundir la homosexualidad como necesidad existencial de una persona, con la que es practicada como vicio. La persona practica, como podría practicar el abuso de menores. Lo hace porque le atrae la novedad, una forma de sexualidad distinta".
Tales declaraciones suscitaron una gran polémica y el Obispado de Tenerife salió al paso de las críticas matizando que Álvarez no pretendía justificar un fenómeno "absolutamente rechazable" como es el abuso de menores.
Álvarez también declaró que "sólo un 6% de los homosexuales se deben a cuestiones biológicas; no hay que confundir la homosexualidad como necesidad existencial de una persona, con la que es practicada como vicio. La persona practica, como podría practicar el abuso de menores. Lo hace porque le atrae la novedad, una forma de sexualidad distinta".
Tales declaraciones suscitaron una gran polémica y el Obispado de Tenerife salió al paso de las críticas matizando que Álvarez no pretendía justificar un fenómeno "absolutamente rechazable" como es el abuso de menores.
Creo que no me voy a molestar en comentar nada de nada, sería una pérdida de tiempo y el tiempo es muy valioso.
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