jueves, 27 de marzo de 2008

Casi 24


Casi 24 van ya, pero aunque parezca imposible no se le va de la cabeza, la tiene ahí, dentro, aunque me consta que no la quiere dejar salir, pero los motivos no están claros, aunque existen, pero sin una definición definitiva. Casi 24, desde aquel día que miró y se percató de lo que tenía delante, en un principio imponente, casi no podía mirarla, pero siempre sabía donde buscarla, sabía donde estaba, aunque no se atrevía a articular palabra, en ese entonces sonreía, gesticulaba y comentaba, pero la dirección era difusa, no con el destino que quería. Con el tiempo, seguía imponiendo pero estaba más cerca, sabía donde buscarla, sabía donde estaba, y llegó a pensar que eso tenía doble dirección, ya articulaba palabra, sonreía, comentaba y le daba dirección a lo que decía, a veces rodeado por lo plural, otras por lo singular, que le costaba, pero lo hacía. Casi 24. El reloj se paró, ya no hablaba como antes, pero sabía donde buscarla, sabía donde estaba, y aunque ya se atrevía a articular palabra, estaba más lejos, no sabía si era singular o plural, la impresión y la intuición le decían que cada vez era más plural que singular, la vergüenza le comentó que no tenía nada que hacer, que no lo dejaría actuar, sintiéndolo mucho. Casi 24, el reloj echó a andar, la esperanza se presentó, sabía donde buscarla, sabía donde estaba, podía encontrarla, peleaba lo singular con lo plural, pero la arena del reloj terminó de caer antes de lo que pensaba, todo acabó sin esperarlo, fue un duro golpe para él, en un corro, vergüenza, timidez, sensatez y respeto, saltaban de alegría por la victoria, sentimiento y descaro habían sido vencidos, secreto le decía mientras que no se preocupara, nunca supo ella lo que por su cabeza pasaba, o por lo menos su intuición se lo decía y dice. Pero aún hoy sabe donde buscarla y sabe encontrarla, aunque se siga formando un corro de alegría., ya casi sin singular ni plural, o por lo menos van despareciendo porque el espacio los atrapa, a no ser que escapen raudos como ocurre en ocasiones. Mientras sigue en su cabeza, la tiene ahí, y no la quiere dejar salir. Casi 24 van ya.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, bueno, ¡¡ME ENCANTA!! Sin palabras. Ya hablaremos largo y tendido

Patico dijo...

Pues me alegra mucho que te haya gustado, eso es lo que se pretende, que el lector disfrute con lo que lee.

Anónimo dijo...

Vaya, no sabía que me podías contestar a través de este canal, me metí de curiosa a ver qué comentarios se colgaban y vi tu respuesta, por cierto ¿por qué quitas comentarios de otros artículos?

Patico dijo...

Es bueno contestar a las personas que opinan sobre lo que escribes. El hecho de moderar los comentarios no indica que borre lo que me mandan,sino que se evita publicidad no deseada y comentarios que no tienen nada que ver, ofensivos y malintencionados. Pero aunque es cierto que no suelen escribirme muchos comentarios y me consta que se lee, siempre, siempre son bien recibidos.