Respecto al partido, no tuvo gran aliciente salvo por los dos objetivos mencionados, pero la afición fue al campo a festejar el ascenso conseguido la semana pasada. Al final no hubo victoria, pero si un merecido y emocionante homenaje al capitán, a Cristo Marrero, que jugó su último partido con la camiseta del club. Fue bonito ver a todo el campo en pie aplaudiendo al jugador, incluído el banquillo, todo en pie aplaudiendo a su compañero.
En fin, esto ha sido todo durante esta temporada en la que aquellos versdaderos aficionados has disfrutado y los arrimados también, esperemos que la temporada que viene, nos traiga algunas alegrías, aparte de ver a algunos de los mejores jugadores del mundo, como es la permanencia en la mejor liga del mundo.
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